viernes, 7 de marzo de 2014

CAP 1: Fácil pero a la vez difícil.

                                        Saber que puedo volar.


Capitulo 1:
Tal vez, si me voy, recupero las fuerzas. Tal vez, si me voy y escapo de este dolor seré feliz. Tal vez, si me voy y cuando pase un tiempo vuelvo, todo será mejor.
Aun que ya no puedo volver a atrás. Ya me estoy yendo.Ya voy a poder recuperar las fuerzas. Ya voy a poder ser feliz. Y ya voy a poder volver para saber que todo esta bien.
Es difícil salir de esto. Es difícil dejar a ese amor, que tantas veces te a demostrado que te quiere.Es difícil saber que ya nada va a volver a ser como antes. Es difícil saber que esos labios jamás volverán a estar sobre los tuyos. Es difícil saber que sus manos, suaves y fuertes, nunca van a volver a agarrarlas tuyas. Es difícil saber que por mucho que lo intentes sus caricias nunca van a volver a ti. Es difícil saber que esos abrazos con las películas románticas nunca van a volver.Todo esto es demasiado difícil.
Irte. Eso si es fácil, lo difícil es olvidar.

-Perdona.-me llamó la atención una mujer ya de mucha edad.La miré sin entender.-Se te a caído esto.-me tendió una foto.
-Oh, no me dí cuenta. Gracias.-la dije cogiendo la foto con un nudo en la garganta.
-¿Es su novio?.-suspiré negando con la cabeza.-¿Lo fue?.
-¿Como lo sabe?.-nos sentamos en el tren. Yo enfrente de ella mientras la miraba mejor. Era hermosa. Su pelo era blanco, dando a entender que ya tenia muchas historias que contar, pero las fracciones de su rostro eran hermosas. Mucho.
-Yo también estuve enamorada...-me miró a los ojos. Azules. Sus ojos son azules. Un azul infinito.-Y créeme, si te vas, si escapas y no vuelves, te vas a lamentar toda tu vida.
-Necesito escapar.-susurré.
-Pero vuelve. Si le quieres, vuelve.-sonrió.- Esta ya es mi parada, espero que te vaya bien niña.-volvió a sonreír y se bajó del tren. Dejándome aturdida. No tenia pensado volver. ¿De que me va a servir eso? Total, todo a acabado mas o menos bien. Pero no sé... esa mujer. Su consejo a lo mejor lo tendría que poner a prueba. A lo mejor lleva razón y aun que escape, tendría que volver.

Me puse mis cascos, intentando ir a otro mundo donde las sonrisas sean de verdad. Donde las lágrimas solo sean de alegría. Y las risas no sean amargas.Donde se pueda soñar a que todo sea real.

Suspiré mientras me alejaba del ordenador para abrir la puerta de mi habitación en la universidad.Al abrir me encontré con...nada. Alguien había llamado de eso estoy segura, pero aquí no hay nadie. Habrá sido una broma pesada. Suspiré. Y cuando iba a volver a entrar en mi cuarto me dí cuenta de que había un papel tirado en el suelo, lo cogí y volví a mi escritorio.

"Se que te gusta escribir. Dime como se va a llamar tu próximo sueño. Solo te pido eso. Cuando lo escribas,déjalo en la puerta. Yo volveré a por el."

Reí mientras en aquel folio, escribía con mi perfecta caligrafía "un refugio para el amor". Lo puse donde lo encontré, sin prestar atención a quien lo recogiese y volví a mi tarea.

Miré todos los paisajes. Deseosa de salir y poder saltar por esos montes. Mi parada, cogí mis maletas y bajé. Tampoco me había ido tan lejos. Y si hacia lo que aquella mujer me había aconsejado, tampoco me vendría bien haberme ido tan lejos. Por eso me he bajado aquí. No esta lejos de mi cuidad. Y parece un lugar donde se puede pensar. Donde se puede disfrutar hasta saber que ya no tienes que escapar mas.
-¿La llevo a algún sitio bella dama?.-me preguntó un chico con ojos marrones. Pelo rubio y una sonrisa perfecta.
-No gracias caballero.-le respondí con una sonora carcajada. Seguí mi camino, pensando en donde me podía quedar a dormir. Aquí no conozco a nadie, y esa es la verdadera razón por la que me he bajado aquí.
-Veo que las formalidades no van contigo.-otra vez ese chico, y ahora andaba conmigo.
-Prefiero ver a las personas como son.
-¿Y yo como soy?.
-Un principiante para ser un caballero.-reímos.
-Soy Lenny.-sonrió.
-Tatiana.
-Bonito nombre.
-¿Bonito nombre para una bonita mujer?.-reí.
-Te lo dices tu todo.Dame esa maleta, debe de ser pesada.
-No te molestes, tampoco pesa tanto.
-No es molestia.-dijo mientras seguíamos andando.El con mi maleta mas pesada y yo con una mochila a mi espalda y un pequeño bolsito.-¿Vienes de visita?.
-La verdad es que me quería quedar una pequeña temporada aquí.
-¿Tienes familia aquí? Por que los sitios para quedarse a dormir digamos que no son muy buenos...
-No, no tengo familia aquí. Ni si quiera se donde voy a dormir.
-Puedes hacerlo en mi casa. Bueno, casa, casa, no es.Es un pequeño departamento.
-No quiero molestarte. Ya demasiado estas haciendo por mi...
-No es molestia de verdad. Aun que tenemos que andar un poco, por que mi coche lo están arreglando.-le miré a los ojos.Esperando que estuviese bromeando, pero no era así. En sus ojos pude ver que era verdad, que me decía enserio que me prestaba cama y comida hasta mi despedida.
-Muchas gracias, de verdad.
-De nada, mujer.
Y así, hablando de tonterías llegamos a su casa. Y como el dijo, no es una casa. Es un pequeño departamento. Solo tiene dos habitaciones, un pequeño baño, la cocina muy pequeña y un salón lo suficiente grande como para solo poner un sofá y un pequeño mueble con la televisión.
-Como ves, para hacer fiestas, me voy a las casas de mis amigos.
-Si vives solo, este departamento es suficiente.-pasamos a lo que iba a ser mi cuarto.Tenia una pequeña mesilla, un armario y una cama.
-Gracias otra vez.
-Como lo vuelvas a decir, te juro que te echo.-reímos.-Cuando termines de colocar tus cosas ve al salón. Yo preparo la cena.-iba a salir, pero le paré.Le di un beso en la mejilla y le dejé ir para hacer la cena.
Empecé a colocar las cosas, pensando que Lenny es un buen chico. Así, sin mas, me a dado casa, pequeña, pero una casa donde pasar la temporada que quiero pasar aquí. Y lo mas importante me a dejado hacerle compañía. Me ha dejado que el me hiciese compañía en esto que para mi es escapar de lo que no puedo solucionar.

-¡Dejar de tocar la puerta de los cojones!.-grité mientras me levantaba para abrir.-¡¿Que quieres?!.-grité a la persona que estaba en frente de mi.
-Si bueno, yo también te quiero, princesa.-dijo Niall pasando a mi habitación.
-Lo siento duende, pero es que...
-Estabas escribiendo y te he interrumpido.-sonrió, tirándose en mi cama.-¿Llevas mucho?
-Dos páginas del word.
-Wow. Espero que esta si me la dejes leer.
-No creas que eso es fácil.
-¿Por?.
-No sé, me siento extraña cuando una persona lee lo que yo escribo.
-En los trabajos, los profesores leen lo que escribes.
-Idiota.-reí.-Pero no es lo mismo. Son trabajos. Lo que escribo en mi apreciado ordenador, son mis historias.Son mis sueños.
-No entiendo que te guste tanto escribir, y quieras ser escritora para después no dejar que lo lean.
-No sabes lo que siento.
-Dímelo.
-No.
-¿Por que?.
-Es complicado.
-A lo mejor yo te puedo ayudar.
-No creo.
-_______ (tu nombre).-se quejó.
-Esta bien.-suspiré, desplomandome a su lado.-Siento miedo. Desde pequeña escribo, y nadie me ha dicho que lo hiciese bien. Nadie me ha dicho en que puedo mejorar o que puedo cambiar. En el colegio, veía a mis compañeras escribir, y no lo hacían igual que yo.Los profesores siempre les ponían mejores notas a ellos en las redacciones que a mi, y no sabes como sentía eso. Sentía algo en el corazón que no me dejaba respirar. Y lo peor de todo, es que ninguna de ellas quería ser escritora. En el instituto, el único que me ayudó fue Miguel, el amigo de mi primo. Con las redacciones me ayudaba a quitar lo que sobraba, me ayudaba a ver mis fallos. A ser capaz de escribir una historia coherente. Y de mis propias historias, jamás, en mi vida, nunca nadie las a leído.-dejé de hablar para que esos recuerdos viniesen a mi mente.
Niall me besó la mejilla y la punta de la nariz, en un gesto que adoraba de el.
-Si que te entiendo. Tienes miedo a que a la gente no les guste lo que escribes,pero princesa, si no te arriesgas, nunca vas a saber si les gusta o no.
-Lo sé...pero...
-Déjame leer lo que llevas.-me besó la comisura de los labios. Le pasé el ordenador, ya con el archivo abierto. Empezó a leer y yo veía como sus ojos pasaban de linea, como algunas veces sonreía. Mi corazón iba a mil. No me puedo creer que lo este leyendo. Que alguien me pellizque, por favor. Cuando terminó clavó sus ojos en los míos, pero yo los desvié.
-Dilo ya.-supliqué.
-¿Que quieres que te diga?.
-No sé, algo. Con un "no me gusta" me aguanto.
-Princesa.-sujetó mi barbilla para que le mirase.-Es perfecto.Me gusta.Y quiero que lo sigas escribiendo.
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GRACIAS POR LEER :3

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